Cada día son más las empresas de transporte que se comprometen con el país para reducir su consumo energético y sus emisiones de gases de efecto invernadero, para poder aminorar el impacto ambiental.

Para cumplir con las repercusiones de las industrias en el medio ambiente, muchas empresas han optado por buscar certificaciones que validen sus compromisos con la Tierra. Una de ellas es Giro Limpio, un programa nacional voluntario, financiado por el Ministerio de Energía y administrado por la Agencia de Sostenibilidad Energética, que apunta a firmas transportistas, generadores de carga y operadores logísticos. Carolina Parra, profesional del Equipo Giro Limpio, explica que el programa busca “certificar y reconocer los esfuerzos realizados por las empresas del rubro de transporte de carga en el ámbito de la sustentabilidad y la eficiencia energética”.

Las empresas que forman parte del programa deben “cumplir con los compromisos realizados en el ámbito de la eficiencia energética”, y actúan “proveyendo opciones de tecnología, servicios de eficiencia y ahorro de combustible, entre otros”, destaca la profesional. Actualmente, dice Parra, “el rubro de los alimentos es el que posee más cantidad de asociados con un 22,5%, seguido por el rubro de la construcción con un 19,7%”. En contraposición, la agricultura es el sector que menos certificaciones, con un 5,6% de socios certificados.

Responsabilidad social

Parra explica que “las metas de cambio climático son un gran desafío que implican responsabilidades de todos los sectores”, en donde el transporte de carga es el más relevante ya que “se le asocia un 11% de emisiones de CO2e a nivel nacional”, lo que se debe considerar si se quieren alcanzar las metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

A partir de ello, José Tomás Larraín, product manager de Transportes de Dercomaq, señala que la industria tiene “la responsabilidad social de aportar desde una visión de economía circular para generar un ecosistema sostenible en el tiempo”.

En ese sentido, comenta que el programa Giro Limpio -del cual son parte- acompaña a las empresas “transportistas y proveedoras de vehículos de carga para que en el tiempo vayan mejorando la eficiencia de sus operaciones”, y a las empresas generadoras de cargas en que “aumenten progresivamente su carga movilizada en camiones certificados en Giro Limpio”.

Así, las empresas comprometidas reciben el “apoyo técnico del programa con la finalidad de mejorar sus operaciones”, explica Parra. Lo anterior sería una forma de “lograr reducir sus costos, aumentar su competitividad y reducir el impacto ambiental de sus operaciones”, añade.

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Fuente: Diario Financiero

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