En la actualidad, las grandes ciudades pueden estar expuestas a ambientes sonoros superiores a los límites establecidos, debido a la contaminación acústica ambiental. Esta contaminación acústica, que proviene del tráfico de vehículos motorizados y del sonido de aviones y trenes, perjudica considerablemente la audición, generando trastornos del sueño y enfermedades cardiovasculares.

Desde el programa nacional de transporte de carga eficiente los invitamos a contribuir con dos acciones:

  • Limitar los tiempos de ralentí, incentivando que los conductores apaguen los motores de sus camiones cuando estos están sin movimiento.
  • No tocar la bocina del vehículo de manera indiscriminada, contribuyendo mediante esta pequeña acción a un gran cambio y mejora en la calidad de vida.

 

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